Carmen Ismelda Avomo Obama regresa de Miss Universo con una lección de fortaleza, madurez y un inesperado abrazo latinoamericano

Tras su participación en Miss Universo, la representante de Guinea Ecuatorial, Carmen Ismelda Avomo Obama vuelve a casa con una historia marcada por el apoyo masivo de Latinoamérica, el descubrimiento personal y la determinación de seguir creciendo.

 

 

En una entrevista publicada por la Revista Equato, con una sinceridad desbordante, Carmen Ismelda relata cómo enfrentó los primeros días de presión, cómo logró conectar con el público y por qué ahora su meta es continuar con sus estudios y motivar a las nuevas generaciones. “Cuando tienes el apoyo de tu país avanzas más rápido”

 

A su regreso, Ismelda aún procesa todo lo vivido. Reconoce que los primeros días del certamen fueron un desafío: “El comienzo ha sido difícil, pero después de unos días he sabido cómo llevarlo y cómo lidiar con el estrés”, afirma. Pese a ello, su fuerza se duplicó cuando sintió el respaldo de Guinea Ecuatorial. “Cualquier trabajo que haga uno en la vida, si tiene apoyo, le resulta fácil, y eso ha sido para mí”.

 

Pero lo que jamás imaginó fue el impacto internacional que causaría, especialmente en Latinoamérica.

“Es una emoción tan enorme… No me lo esperaba. De la noche a la mañana, al despertarme encontré más de 78 mil seguidores y más de 18 mil vídeos dedicados para mí”, recuerda entre risas y asombro.

Ese cariño inesperado se convirtió en su impulso más grande: “Luego vino el apoyo de mi país. Esos vídeos son los que me han ayudado”.

 

 

En la entrevista, Carmen admite que llegó al certamen con una idea diferente sobre lo que implicaba ser Miss Universo. “Salí de aquí pensando que era solo ir a representar al país, pero cuando llegué me di cuenta de que esto necesita muchísima madurez”. Para ella, el momento más valioso no fue uno frente a las cámaras, sino aquel en el que verdaderamente conectó con las demás candidatas: “Ese fue el instante más importante para mí”.

 

Lo que viene después

 

Con los pies firmes en la tierra, Carmen tiene claro su próximo paso. “Después de eso, sigue ir a estudiar. Quiero estudiar psicología”, comenta. Su meta es seguir formándose y, en unos años, continuar trabajando para representar a su país “de la mejor manera posible”.

 

 

Como cierre, para las jovencitas ofrece un consejo que lleva tatuado en su propia historia de esfuerzo: “Que no dejen que la gente las influya en lograr su sueño. No importa el mensaje ni el obstáculo: haz todo para conseguirlo. La única persona que tiene el poder de juzgarte eres tú misma. Inspírate en los demás y persigue ese sueño”.

 

Con una mezcla de madurez temprana, humildad y una explosión de apoyo internacional, Carmen Ismelda Avomo Obama regresa más fuerte, más consciente y lista para escribir nuevos capítulos en su camino como mujer y como representante de Guinea Ecuatorial.