17.09.2025 - 10:25h
Desde el salón principal del BEAC en Yaundé y con participantes conectados por videoconferencia desde los seis países de la CEMAC, se dio inicio a un foro sin precedentes en la historia de la institución. El evento fue presidido por el gobernador del Banco Central, Yvon Sana Bangui, quien, con tono sereno pero firme, subrayó el valor de anticiparse a los retos fiscales y monetarios en una región todavía dependiente de las materias primas y muy vulnerables a los shocks externos.
«La estabilidad monetaria que preservamos día a día no puede desligarse de los movimientos sísmicos de la economía mundial», afirmó el gobernador en su discurso inaugural.
El tema estrella de la jornada giró en torno a la posible revisión de la política comercial estadounidense, en particular de la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África (AGOA). Esta legislación, vigente desde el año 2000, ha sido fundamental para las exportaciones africanas hacia EE. UU., al permitir el acceso libre de aranceles a miles de productos.
Frente a rumores de endurecimiento arancelario o una redefinición de las preferencias africanas, los expertos presentes advirtieron que un cambio de dirección en Washington podría tener efectos en cadena sobre la balanza de pagos, el empleo y las inversiones extranjeras en África Central.
El economista camerunés Jean-Claude Tchakounte, invitado al panel principal, fue contundente:
“Si AGOA se debilita o se convierte en una herramienta proteccionista, nuestros países podrían perder una válvula de escape vital en momentos de deuda creciente y crecimiento modesto”.
Además de las relaciones con EE. UU., las mesas redondas abordaron asuntos como la gestión de reservas internacionales, la vulnerabilidad de las finanzas públicas y la urgente necesidad de diversificar las economías locales, fuertemente centradas en el petróleo, el cacao, el algodón o la madera.
Ministros de Finanzas, responsables de planificación y académicos coincidieron en la importancia de preparar respuestas estructurales a los desafíos futuros. El BEAC, en este sentido, se perfila no solo como guardián de la moneda común, el franco CFA, sino como centro de pensamiento estratégico para toda la subregión.
Uno de los momentos más destacados de la jornada fue la intervención de un representante de la Organización Mundial del Comercio (OMC), quien insistió en la necesidad de preservar un entorno internacional basado en normas estables y previsibles. Esto, aseguró, es esencial para que los países de África Central puedan planificar su desarrollo con mayor seguridad.
“El multilateralismo sigue siendo la vía más segura para que las economías emergentes accedan a los mercados y superen las barreras estructurales”, señaló.
La JEF no solo ha sido una jornada académica o técnica. Ha marcado, según los organizadores, el inicio de una nueva etapa para el BEAC, una institución que durante décadas ha estado centrada en la estabilidad macroeconómica, pero que ahora aspira a tener una voz proactiva en la anticipación de crisis y tendencias globales.
El evento concluyó con el compromiso de repetir este ejercicio cada año, convocando a más voces del sector privado, organizaciones de la sociedad civil y expertos internacionales.
“No podemos quedarnos en la reacción. Debemos actuar con previsión”, resumió Yvon Sana Bangui antes de cerrar la jornada.
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