Sanidad lanza la segunda fase de la campaña nacional ante una prevalencia del 6,5%

Con una prevalencia del VIH del 6,5%, la más alta de África Central, el Gobierno de Guinea Ecuatorial ha activado este lunes la segunda fase de su Campaña Nacional de Comunicación y Prevención, centrada especialmente en la juventud.

La prevalencia del VIH/SIDA en Guinea Ecuatorial, que alcanza el 6,5% y supera al resto de países de África Central, mantiene en alerta al Gobierno. Ante esta realidad, el Ministerio de Sanidad, Bienestar Social e Infraestructuras Sanitarias lanzó este lunes la segunda fase de la Campaña Nacional de Comunicación y Prevención contra una enfermedad que ha arrebatado millones de vidas en el mundo.

 

El ministro Mitoha Ondo'o Ayecaba afirmó que las cifras “no asustan, pero sí preocupan”, e hizo hincapié en que la juventud sigue siendo el grupo más afectado. “Queremos que los jóvenes tomen conciencia”, subrayó durante un concierto musical que congregó a una multitud de adolescentes y adultos jóvenes.

 

El acto de lanzamiento, que contó con la participación de otros departamentos como el Ministerio del Interior y Administración Local, incluyó además la entrega de insumos esenciales: preservativos, kits de prueba rápida y antirretrovirales, entre otros. Ondo'o Ayecaba destacó que la estrategia gubernamental se centra en fortalecer la prevención, ampliar el acceso a servicios y promover cambios de comportamiento sostenibles. Asimismo, instó a todos los sectores a involucrarse en la sensibilización a nivel comunitario.

 

Pese a que los resultados de la Encuesta de Conocimiento, Actitudes y Prácticas (CAP) muestran que el nivel de conocimiento sobre el VIH sigue siendo bajo en el país dato que sorprende a muchos, el ministro insistió en que “la eliminación del VIH es posible”, aunque para ello es imprescindible reforzar la percepción del riesgo y las prácticas preventivas.

 

La fecha del lanzamiento coincidió con la conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra el VIH/SIDA. Desde su oficina regional para África, ONUSIDA recordó que “el SIDA no ha terminado” y que, dadas las condiciones actuales, se requiere un enfoque transformador para mitigar riesgos y cumplir los objetivos globales. Su directora ejecutiva, Winnie Byanyima, advirtió que, si no se alcanzan las metas de la Estrategia Mundial contra el SIDA para 2030, podrían producirse 3,3 millones de nuevas infecciones adicionales entre 2025 y 2030.

 

ONUSIDA insta a los países a aplicar cambios radicales en la programación y financiación de la respuesta al VIH. Subraya que la lucha contra la enfermedad no puede depender exclusivamente de los recursos nacionales: la comunidad internacional debe cerrar la brecha financiera, apoyar a los países en la cobertura de servicios de prevención y tratamiento, eliminar barreras legales y sociales, y empoderar a las comunidades para liderar el camino hacia el fin de la epidemia.