Escapan 50 estudiantes tras un secuestro masivo en una escuela católica del norte de Nigeria

Cincuenta alumnos secuestrados el viernes en una escuela católica del estado de Níger lograron huir y reunirse con sus familias, mientras otros 253 estudiantes y 12 docentes siguen cautivos, según informó la Asociación Cristiana de Nigeria

Un total de cincuenta estudiantes que habían sido secuestrados el viernes en la escuela católica privada St. Mary’s, ubicada en el centro-norte de Nigeria, consiguieron escapar entre el viernes y el sábado y ya se encuentran con sus familias, confirmó este domingo la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN, por sus siglas en inglés).

 

El rapto masivo fue perpetrado por un grupo de hombres armados que irrumpió en el centro educativo y secuestró a 303 niños y tres hijos de trabajadores de la escuela, así como a 12 profesores. Entre los estudiantes hay menores de tan solo 10 años, según detalló el reverendo Bulus Dauwa Yohanna, portavoz del presidente de la CAN en el estado de Níger, a través de un comunicado difundido por Daniel Atori.

 

“Los alumnos escaparon entre el viernes y el sábado y se han reunido con sus padres, ya que no podían volver a la escuela después de escapar”, explicó Yohanna.

 

A pesar de estas huidas, 253 estudiantes 250 alumnos y tres hijos de trabajadores permanecen en manos de los secuestradores, junto con los 12 docentes retenidos desde el ataque.

 

La situación ha generado conmoción internacional. Durante su tradicional oración del Ángelus, el papa León XIV pidió la liberación inmediata de los estudiantes y profesores, y exhortó a las autoridades a “tomar decisiones adecuadas y oportunas” para garantizar su regreso. “Siento un gran dolor, especialmente por los muchos jóvenes que han sido secuestrados y por sus angustiadas familias”, expresó el pontífice.

 

El secuestro del viernes se suma a una preocupante ola de ataques perpetrados por bandas armadas en el norte de Nigeria, que en los últimos años han intensificado los raptos masivos con fines de extorsión. La escalada de violencia ha obligado a varias escuelas federales y estatales de la región a cerrar temporalmente para proteger a estudiantes y personal frente a nuevas incursiones.

 

La comunidad local, aún marcada por recientes episodios de violencia, vive con temor e incertidumbre mientras continúan los esfuerzos para rescatar a los rehenes restantes.