Pasar de 10 a 15 minutos al día con un libro es suficiente para mantener el interés de los niños pequeños. Aquí tienes algunos consejos recogidos de un artículo de Mandy Rich, redactora de contenidos digitales de UNICEF, para que tu hijo se aficione a la lectura.
Empezar lo antes posible
Leer a tu recién nacido te ayudará a brindarle el mejor comienzo en la vida. Los bebés aprenden a hablar escuchando a los adultos que les repiten y leen diferentes palabras. Cuando le leas un cuento a tu hijo, describe los personajes y los objetos que aparecen en el libro o imita los sonidos de los animales. El sonido de tu voz da sentido a las letras e imágenes que tienen delante. Cuando leas, utiliza una voz más grave o más aguda y cambia la entonación o el acento según los personajes. Esto llamará la atención de tu hijo y animará la historia.
Recuerda que los niños aprenden a querer los libros mucho antes de saber leer. Así, los niños acostumbrados a los libros desde pequeños los aprecian aún más cuando crecen.
Predicar con el ejemplo
Es importante que los niños vean la lectura como una actividad divertida y agradable, no como una tarea ardua. La mejor manera de hacerlo es dar un buen ejemplo. Si tu hijo ve que lees a menudo, se animará a seguir tu ejemplo. Además, pasará menos tiempo frente a las pantallas.
Si no has tenido ocasión de leer durante un tiempo, pide consejo a tu librero o bibliotecario sobre cuáles son los mejores libros para ti y para tu hijo. Pregunta a tus familiares y amigos cuáles son los libros favoritos de sus hijos y su experiencia cuando leen con ellos. Incluso puedes llevar a tu hijo a elegir libros contigo y convertir la ocasión en algo especial.
Leer por turnos
A medida que tu hijo crezca, acostúmbrate a leer en voz alta por turnos. Si tu hijo es un lector precoz, empieza pidiéndole que señale las letras y palabras que reconoce. A continuación, pídele que él lea una frase y tú le lees otra; luego, a medida que aumenta su capacidad, pueden turnarse leyendo una página entera y, finalmente, un capítulo entero. Hazle preguntas sobre la historia que están leyendo: “¿Qué crees que pasará ahora?”
Pasar tiempo juntos leyendo en voz alta ayudará a tu hijo a expresarse con más fluidez y a consolidar su aprendizaje.
Escucha a tu hijo
Ten en cuenta cómo evolucionan los intereses de tu hijo a medida que crece. Si un tema, como los dinosaurios, le resulta especialmente atractivo, busca libros adecuados a su edad que puedan interesarle. Esto reforzará la idea de que los libros son una forma de aprender sobre los temas que le gustan. Además, tu hijo tendrá más ganas de leer si encuentra a su dinosaurio favorito.
No te preocupes si a tu hijo no le gusta todavía Achebe o Dostoievski: lo importante es que lea, aunque de momento se limite a los cómics. Son materiales de lectura como cualquier otro. Puedes animar a tu hijo a descubrir otro tipo de libros, pero no insistas si no se muestra interesado.
Establecer un ritual
El primer paso para conseguir que tu hijo disfrute de la lectura es incorporar los libros a su rutina diaria. Cuéntales un cuento por la noche antes de que se acuesten, o acostúmbrate a leer en el transporte público. Cuando estén juntos, eviten mirar el teléfono o la televisión: ¡nada debe distraer su atención!
Una de las claves para que tu hijo disfrute de la lectura es que haya libros en su entorno. Si es posible, intenta crear una biblioteca en casa. No es necesario esforzarse mucho para hacerlo: unos cuantos libros son más que suficientes.
También deberías consultar en tu biblioteca local si organizan sesiones de cuentos para niños. Son una gran oportunidad para que los niños disfruten de los libros, al mismo tiempo que se relacionan con otros niños de su edad. También puedes considerar la posibilidad de crear un miniclub de lectura con tus amigos y sus hijos.
Etapas de la lectura
Aunque cada niño es diferente, hay varias etapas clave en el desarrollo de las habilidades lectoras:
Desde el nacimiento hasta los 18 meses
El niño entiende frases sencillas
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El niño observa las imágenes e intenta pasar las páginas
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El niño imita el lenguaje
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Cuando tiene alrededor de 1 año, el niño puede pronunciar una o más palabras
De 18 meses a 3 años
El niño tiene un vocabulario de 250-350 palabras a los 2 años y de 800-1.000 palabras a los 3 años
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Al niño le gusta que le lean libros conocidos
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El niño puede repetir frases de sus libros favoritos
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El niño imita las vocalizaciones del adulto
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El niño pide que le lean
De 3 a 5 años
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El niño reconoce las letras que le son familiares e intenta escribirlas
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El niño puede sostener un libro correctamente y pasar las páginas
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El niño puede identificar palabras que riman
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El niño puede formular frases con facilidad
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El niño adquiere conocimientos de los libros que se leen en voz alta
De 3 a 5 años
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El niño reconoce las letras que le son familiares e intenta escribirlas
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El niño puede sostener un libro correctamente y pasar las páginas
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El niño puede identificar palabras que riman
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El niño puede formular frases con facilidad
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El niño adquiere conocimientos de los libros que se leen en voz alta