El 7 de marzo de 2021, la ciudad de Bata, la más grande de Guinea Ecuatorial, vivió uno de los peores desastres en su historia reciente. Una serie de explosiones en una base militar del barrio de Nkoantoma dejó un saldo trágico de al menos 108 muertos y más de 600 heridos, además de miles de personas afectadas por la destrucción de sus viviendas e infraestructuras.
Los hospitales de la ciudad de Bata se vieron desbordados por la cantidad de heridos, muchos de los cuales presentaban quemaduras graves y lesiones causadas por la onda expansiva. Además, se establecieron refugios temporales para aquellos que perdieron sus hogares.
El incidente generó un intenso debate sobre la seguridad en las instalaciones militares y la gestión del riesgo en el país. Organizaciones internacionales y defensores de derechos humanos criticaron la falta de transparencia en la investigación y pidieron medidas para prevenir tragedias similares en el futuro.
El desastre de Bata representó una tragedia humana. A pesar de la ayuda internacional y los esfuerzos del gobierno para la reconstrucción, las cicatrices de aquel fatídico 7 de marzo de 2021 aún permanecen en la memoria de los habitantes de la ciudad de Bata, que buscan respuestas y soluciones para evitar que una tragedia similar vuelva a ocurrir.
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