Muy lejos todavía estamos para quitarle el máximo beneficio a las grandes y modernas infraestructuras aeroportuarias con los que cuenta el país en esos momentos; o al menos, es lo que reflejan las estadísticas. El pasado viernes día 13 de septiembre el Instituto Nacional de Estadísticas de Guinea Ecuatorial (INGE), publicó el acostumbrado Boletín Estadístico Trimestral, correspondiente al primer trimestre de este año. Un extracto donde los ocho indicadores que se analizan en este manual, arrojan unos datos preocupantes en la sección de transporte (aéreo), con unas cifras que patentizan la poca afluencia de pasajeros en los aeropuertos nacionales, a pesar de las infraestructuras envidiosas con las que cuentan, al menos, a nivel subregional.
Al constituir la principal entrada al país, el Aeropuerto Internacional de Malabo registra unos números elevados. Su mejor mes fue el de enero en cuanto a los registros de salidas; unos 13.428 pasajeros; es decir, 5.549 de más en comparación con el mes de diciembre del 2023, que tuvo unos 7.879, lo que se interpreta como una salida masiva de ciudadanos hacia el exterior, aunque no se tiene la precisión de que la mayoría haya sido nativos o extranjeros. Para el aeropuerto de Bata, en los últimos tres meses se ha contabilizado unos 1.300 transitorios en las salidas y 1.240 llegadas en la modalidad de pasajeros internacionales, pero no se tiene los datos de las mismas en el último trimestre del año pasado.
En cambio, en lo que respecta al aeropuerto de Mongomeyen, el cual no alberga ningún vuelo internacional, también se destaca por un mayor número de salidas que de llegadas, lo cual explica un cierto éxodo rural hacia los dos grandes núcleos poblacionales de Malabo y Bata, respectivamente. En términos numéricos, ha obtenido unos 3.656 pasajeros que salieron de la provincia de Wele-Nzás entre los meses de enero, febrero y marzo de 2024, frente a los sólo 300 del cuarto trimestre del año pasado.
Con esos datos, la estrategia de potenciar el turismo en el país se hace más necesaria. Adoptar un plan para quitar el beneficio necesario y rentabilizar las inversiones realizadas por el Estado en la construcción y mantenimiento de esas instalaciones parece depender de la mencionada estrategia que está siendo pilotada por el Vicepresidente de la República, Teodoro Nguema Obiang Mangue y que involucra a departamentos como Seguridad, Cultura y Turismo (ahora englobados en la nueva denominación de Ministerio de Información, Prensa y Cultura).
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