Este viernes el mundo celebra el Día de la Libertad de Prensa bajo el lema: «Prensa para el planeta: El periodismo ante la crisis ambiental», dedicado a la importancia del periodismo y la libertad de expresión en el contexto de la actual crisis medioambiental en todo el mundo. Estamos ante un escenario donde muchos periodistas y medios de comunicación social se echan a las celebraciones con cenas, conformándose de la simple denominación y no del disfrute de las capacidades y herramientas que les permiten ejercer con libertas su profesión.
Mariano Nguema Esono Medja es periodista y master en Diplomácia, es funcionario en el ministerio de Asuntos Exteriores, profesor de periodismo en la Universidad Nacional, presentador del programa televisivo «A FONDO» en la televisión publica de Guinea Ecuatorial. Es además colaborador de varias agencias de información a nivel internacional. Le preguntamos sobre la relevancia del Día de la Libertad de Prensa y su impacto en las sociedades.
¿Cuál es la importancia y el concepto que le das al 3 de mayo, Día de la Libertad de Prensa?
No tengo otro concepto diferente a la misma razón de ser del nacimiento del día 3 de mayo que es el que las Naciones Unidas reconoce el trabajo que hacen los periodistas, por tanto pretenden que los gobiernos se den cuenta de la importancia del papel que tienen. Pero se da la paradoja de que a pesar de que la sociedad necesita de los periodistas, curiosamente es la misma que les persiguen.
El día sirve para concienciar a las sociedades que los periodistas deben tener un espacio para trabajar dentro de las normas establecidas y no deben ser objeto de persecución. Pero yo, personalmente no soy partidario de que se conmemore un día, porque el trabajo del periodista es el día a día. Si debemos considerar el trabajo del periodista necesariamente el día 3 de mayo, qué pasaría el resto de días en los que tiene que hacer frente diferentes situaciones. Es sencillamente que, como se reconoce el derecho a la vida, también se debería considerar diariamente el trabajo del periodista porque la gente necesita nutrirse de información todos los días. No le daría tanta importancia, al contrario porque después del 3 de mayo como si todo acabara ahí.
¿Cómo debe regirse la celebración del Día 3 de mayo, alguna recomendación?
Quizá no dependa de nosotros el hecho de que se conmemore o se deje de hacer, pero para mí nunca desde que me gradué. He vivido realidades de esta profesión, no tengo nada que celebrar desde el momento que los periodistas seguimos siendo amenazados porque uno ha escrito un artículo y alguien se ha identificado y cree que tiene poder, puede llamarle por teléfono o mandar a los militares a detenerle, no tengo motivos para celebrar el día 3 de mayo si como periodista profesional no tengo un criterio profesional y personal, si no gozo de la libertar de investigar los temas que pienso que realmente son de interés porqu alguien va a condicionar el que se publique o no.
No tengo motivos para celebrar cuando por el hecho de publicar una noticia alguien puede obligarle a rectificarla o publicarla a su favor solo porque se haya dicho algo que le afecte. No tengo motivos si los periodistas estamos comercializando la información, en el sentido de que, si no se me pagan no publico la información, y damos la espalda al sentido de la responsabilidad social. No tengo motivos cuando un periodista es encarcelado, amenazado e intimidado. Y no tengo motivos donde al periodista no se le da la consideración digna que se merece, si las instituciones no le de la información que necesita porque debe hacer su trabajo.
Cómo analizas el ejercicio periodístico en Guinea Ecuatorial, qué echas en falta?
Hace poco se publicó en España mi libro que lleva por título, “El Periodismo, unan Profesión Ética”. Cuando hago un análisis sobre nuestro día a día, me doy cuenta de que se echa en falta la conducta ética de los periodistas, y eso puede resumirse en el hecho de que a día de hoy muchos periodistas en el ejercicio de esta noble profesión le han dado la espalda a la deontología profesional, y cuando ocurre esto, tenemos un serio problema y no solo en Guinea Ecuatorial.
Se echa en falta que los periodistas sean más éticos, que le demos importancia a la esencia misma de la noticia que es el objeto de nuestra profesión, pero qué vemos a día de hoy, lo que realmente es objeto noticiable deja de serlo y lo que no merece ni la más mínima atención social es lo que los medios de comunicación ponen énfasis.
Hemos confundido a la gente sobre lo que realmente es noticia, y lo que abunda en los medios es información basura y esta es la consecuencia de la desgracia del tipo de periodismo que la gente ha decidido hacer, y esto se debe porque nos falta el elemento sustancial que es la deontología profesional, la misma nos dice a qué estamos llamados, desconocemos el cómo y le damos la espalda al qué, la respuesta al hecho en sí, lo que realmente interesa a la sociedad.
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