María del Pilar Ayingono, una mujer de 32 años, ha estado enfrentando una dura realidad desde 2013, según ha informado el Periódico Digital Ahora EG: la insuficiencia renal crónica en estadio 5, (es la fase más avanzada de la enfermedad renal). Su historia comenzó a desarrollarse a los 8 años con un diagnóstico de hipertensión arterial, y lo que inicialmente parecía un desafío manejable se ha transformado en una batalla constante por su vida. En la actualidad, depende de una prótesis vascular que la conecta a la máquina de hemodiálisis, un tratamiento que le ha permitido continuar adelante, aunque también ha generado un desgaste físico y emocional considerable.
Desde su viaje a Paraguay en 2020 para recibir atención médica, ha estado sometida a sesiones de hemodiálisis tres veces por semana en el Hospital La Paz de Sipopo, donde cada sesión consume cuatro horas de su vida y es vital para su supervivencia, tal como ella misma ha declarado.
Sin embargo, el tiempo corre en su contra: su prótesis está fallando y Pilar hace un llamado urgente a las autoridades y a la comunidad para que le ofrezcan el apoyo necesario. Su madre está dispuesta a donarle un riñón, pero los obstáculos económicos han hecho que esta opción parezca inalcanzable.
A pesar de sus múltiples esfuerzos por buscar ayuda en diversas instituciones y medios de comunicación, las respuestas han sido decepcionantes, ha añadido. En abril de 2024, un informe oficial del Ministerio de Sanidad destacó la gravedad de su condición, pero la burocracia ha complicado aún más su situación. “He agotado todas mis opciones y no sé qué más hacer”, confiesa Ayingono.
En este momento, hace un llamado de auxilio a los pudientes y a la sociedad en general para obtener la ayuda necesaria que le permita acceder a un trasplante y recuperar su salud.