En la tarde del 26 los medios de comunicación nacionales y las redes sociales se inundaban con un titular: “el Gobierno dimite en bloque”, resumían la mayoría de los digitales y la televisión pública. El jefe de Estado acababa de disolver el ejecutivo para formar otro “capaz de ser eficaz”. Esa dimisión, liderada por la Primera Ministra, estaba acompañada de un anuncio incluso, mucho más noticioso: “Se han agotado las reservas, lo que me obliga a tomar medidas drásticas para solventar esta posible caída de la economía del gobierno y evitar las posibles exigencias del pueblo”, indicaba Obiang Nguema Mbasogo cabizbajo y con apariencia de preocupación. Esto, en términos económicos, indica que el país ya no tiene el nivel de reservas que los mercados internacionales consideran suficiente como respaldo de solvencia y liquidez, lo que se traduce en la reducción de la inversión extranjera directa, se cierran los mercados internacionales de capitales.
La razón de disolución del ejecutivo, según matizó el mandatario, era evitar a que la economía se caiga en una posible insolvencia del gobierno, dada la falta de voluntad y rigor de los ministros salientes en hacer que las infraestructuras administrativas del Estado puedan generar ingresos suficientes para hacer frente a los gastos corrientes de la Administración Central. De igual modo, lamentó que las promesas hechas al pueblo en las últimas elecciones presidenciales, “hasta ahora son incumplidas”, dijo.
Aquí analizamos algunas claves de la situación económica actual…
La corrupción:
La gran piedra angular. El mandatario lo subrayó: “los excesivos abusos, ocultación de fondos y vicios en el seno del gobierno, son el detonante de esta situación”. El país ha vivido años de ganga para, sobre todo, aquellos que han hecho de la administración un pozo de fondos. Tanto en responsabilidades de la Administración Central, como de las entidades paraestatales, la mayoría de sus dirigentes se han enriquecido ilícitamente con un desvío masivo de fondos. Como un secreto a voces, se conocía de interminables casos, pero que con el programa de “tolerancia cero” adoptado por el Vicepresidente de la República, Teodoro Nguema Obing Mangué, se ha destapado numerosos casos. Miles de millones sustraídos de las arcas del Estado sin control ni temor. INSESO, SEGESA, Ceiba, Hacienda etc., solo son la punta del iceberg. Ese programa ha logrado, hasta ahora, poner a la luz, corruptelas que eran pasadas por alto, recuperando parte de esos fondos y transmitiendo el mensaje de que nadie está encima de la ley.
La diversificación económica:
La que nunca llegó; o al menos, hasta ahora. La necesidad de diversificar los ingresos provenientes del petróleo todavía solo sigue siendo un deseo. Hace un par de años, el ministerio de economía, junto con la asistencia técnica del PNUD fraguaron un documento de estrategia de diversificación y otra de movilización de recursos en programas identificados en sectores como la ganadería, bosques y sector maderero, pesca, turismo, promoción de servicios de las Tics. Según éste documento de estrategia al que hemos podido tener acceso, su objetivo era el de reducir la dependencia de la economía de los hidrocarburos, incentivar la inversión nacional y extranjera en otras sectores, aprovechar de la mayor apertura e integración a los mercados regionales e internacionales y promover un crecimiento económico inclusivo resiliente y sostenible. A día de hoy, poco o ninguno de esos objetivos ha sido cumplido, aunque el país ya cuenta con un ministerio propio de diversificación al que se espera `pueda lograr que se materialice la incentivación de sectores como la economía verde y azul, por citar algunos.
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