Ubicado en la autovía ruta Malabo II-San Fernando (Ela Nguema), se ha convertido en un instrumento de una supuesta corrupción para los agentes que entran de guardia en la pequeña oficina local de policía que solo hace poco se abrió en esas inmediaciones para poner corte al auge de actos vandálicos que cometían los delincuentes en esa zona.
Zanjar un problema, sin saber que se crearía otro, es la realidad que se vive en el barrio Porvenir II, situado en la parte derecha de la autovía que comunica la ciudad de ensanche de Malabo II con el barrio de San Fernando (conocido popularmente como Ela Nguema). El gobierno que tomó cartas en asunto después de multitud de denuncias de los ciudadanos para terminar con casi “el estado de anarquía” que los delincuentes habían establecido en la zona, ahora tiene otro. El saqueo ha traspasado de los bandidos a los agentes. Increíble por cierto. Pero ojo!!!, éstos sí tienen “coartada o razones”.
Los agentes que entran de guardia en el referido puesto de policía, ubicada justo al lado del puente aéreo que separa los dos lados del barrio, se han inventado “una ley”, o al menos eso creen todos los ciudadanos que circulan por la zona: “el atravesar la autovía sin hacer uso de la estructura mecánica de acero y hormigón armado, supone una multa económica de 25.000 XAF (negociables).
¿En qué se basan los agentes?, ¿Cuál es la legitimidad de esa norma?, ¿Cuánta gente tiene constancia de la misma?
Intentar encontrar respuestas a estos interrogantes, tampoco es posible ni en la misma comisaría donde se ‘fabricado’ esa ingeniosa norma (si se tratase de buscar una fundamentación a ella).
La primera incoherencia es que si la norma fuese oficial, se pegaría carteles en los dos lados del puente advirtiendo de la misma; se publicaría en los medios de comunicación oficiales del Estado; se haría una previa campaña de sensibilización para hacer a los ciudadanos razonables sobre la idoneidad de la norma; entre otras acciones previas que se deberían haber realizado antes de ponerla en vigor. Ninguna se ha realizado. Apenas la tienen redactada en la misma comisaría donde se aplica. La explicación verbal que ofrecen, está muy lejos de ser convincente. La ironía es que la norma no solo es aplicable para los moradores del lugar.
La amenaza es pagar la multa o ser porrada en esta comisaría, o para meter más miedo, trasladar al supuesto infractor al Ministerio de la Seguridad Nacional.
Por un lado, es reconocido moralmente la peligrosidad que supone atravesar la autovía de un lado a otro, dada la velocidad con la que circulan los vehículos en esa ruta; pero por otro lado, está la realidad de que el Estado nunca ha legislado ni regulado los comportamientos de los ciudadanos a escondidas, sin los que los últimos objeto de su aplicabilidad lo sepan.
En un acto de investigación no premeditada, quien firma este artículo, ha experimentado esa presunta acción de corruptela por medio de una visita recibida de alguien que no reside en la zona (quien fue intervenida por los agentes exigiendo que pagase 25.000 xaf, negociables a 5.000 XAF por haber cruzado de un extremo a otro sin hacer uso de este paso aéreo.
¿Es un acto de corrupción?
No juzgamos. Pero todo tiene la pinta de que sí. Si se tiene en cuenta de que solo hace poco, el mismo Ministerio de Seguridad Nacional ya emprendió una campaña a nivel nacional prohibiendo el cobros legales. Ese no está muy lejos de esas características. ¿Dichos cobros llegan al erario público?, seguro que no.
Hay un coloquial dicho en el país: “la cabra come donde está atada”. ¿es la fórmula que han adoptado los efectivos que entran a trabajar en esa pequeña comisaría ideada para traer paz en Porvenir?…………………………..todo está por saber.
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