En un contexto mundial marcado por tensiones geopolíticas, inflación persistente y desaceleración económica, el Comité Nacional Económico y Financiero (CNEF) de Guinea Ecuatorial se reunió el pasado viernes en la sede de la BEAC en Malabo para evaluar la situación económica del país y de la región CEMAC.
Presidida por el ministro de Hacienda, Planificación y Diversificación Económica, Iván Bacale Ebee Molina, la sesión ordinaria del Comité contó con la participación virtual del gobernador del BEAC, Yvon Sana Bangui. La directora nacional de la BEAC y secretaria general del CNEF, Genoveva Andeme Obiang, presentó los temas del orden del día, entre los que destacaban el seguimiento de recomendaciones anteriores y la validación del informe económico del primer trimestre del año.
Según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional, el crecimiento económico mundial caerá al 2,8% en 2025, una baja sensible respecto al 3,3% del año pasado. Las causas son múltiples: conflictos geopolíticos persistentes, políticas comerciales proteccionistas, inestabilidad financiera e inflación global que se mantiene elevada en un 4,3%.
Frente a este panorama sombrío, los países de la región CEMAC muestran un leve optimismo. Se espera que el crecimiento regional alcance un 2,9%, superando el 2,6% registrado en 2024, gracias especialmente al empuje del sector no petrolero, que empieza a mostrar signos de recuperación tras años de estancamiento.
En el caso de Guinea Ecuatorial, los datos revelan una economía que ha comenzado a moverse lentamente. El país experimentó un crecimiento del 0,5% en 2024, impulsado modestamente por el sector petrolero, que continúa siendo el principal motor del PIB nacional.
A nivel fiscal, el Gobierno cerró el primer trimestre de 2025 con un superávit de 51 mil millones de FCFA, un indicador que el CNEF interpreta como reflejo de una gestión más eficiente, incluso en un entorno desafiante.
Sin embargo, el aumento de los precios no ha pasado desapercibido. El Instituto Nacional de Estadística reportó una inflación media del 3,5% a marzo de este año, frente al 2% del año anterior. La previsión para 2026 es de un 3,4%, lo que plantea interrogantes sobre el poder adquisitivo de los hogares y la evolución del mercado interno.
La reunión del CNEF no solo sirvió para revisar cifras. Fue, sobre todo, un espacio para reflexionar sobre los desafíos estructurales que enfrenta el país: la urgencia de diversificar la economía, la necesidad de contener la inflación sin frenar el consumo y la importancia de mantener una política fiscal responsable.
En un mundo que se desacelera y una región que empieza a despertarse, Guinea Ecuatorial se encuentra ante una encrucijada: seguir dependiendo de los vaivenes del petróleo o aprovechar la coyuntura para reorientar su modelo económico.
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