Una milicia de Ruwanda que está “apoyada” por las potencias occidentales de EE. UU. Reino Unido , Francia e Israel, está matando a la gente en el este de la República Democratica del Congo para conseguir sus recursos naturales como el Coltán o el Cobalto, minerales que se usan para crear dispositivos electronicos.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) un 6,9 millones de congoleños están obligados a abandonar sus viviendas por la creciente violencia. “Las familias han buscado refugio en campos de desplazados, iglesias, escuelas y familias de acogida, y miles de personas están en las carreteras buscando seguridad en la ciudad de Goma”.
La mayoría de la población desplazada vive con familias de acogida ya vulnerables, en comunidades con pocos o ningún recurso. Otros viven en condiciones de hacinamiento en lugares públicos, como iglesias y escuelas, o apenas sobreviven en campamentos improvisados superpoblados. En algunos casos, hasta la Organización Humanitaria afirmó que, más de 500 personas tienen que compartir un inodoro, mientras que otras tienen que beber agua sucia, potencialmente infectada de enfermedades mortales transmitidas por el agua. Muchos duermen sobre suelos desnudos en endebles refugios que ofrecen muy poca protección contra las fuertes lluvias. Las condiciones también aumentan el riesgo de violencia sexual para mujeres y niñas.
“Los niños de la RDC no solo son testigos de los horrores del conflicto, sino que también están siendo reclutados por los grupos armados. Es imperativo adoptar medidas urgentes para romper el ciclo de sufrimiento de estas vidas inocentes”, señaló el director de Save the Childen en el país, Greg Ramm.
“El hospital está desbordado, con miles de personas hacinadas en su interior, tratando de protegerse de los combates. Con el Ministerio de Salud estamos haciendo todo lo posible para brindar atención médica, pero no tenemos material suficiente y hay una falta acuciante de alimentos”, dijo TAHIROGLU, responsable de un centro de refugio.
La ONG Save the Childen informó sobre los combates del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) contra las posiciones del Ejército de la República Democrática del Congo (RDC) en el este del país han obligado a más de 150.000 personas (más de la mitad, niños) a abandonar sus hogares desde el pasado 2 de febrero 2024.
La República Democrática Del Congo lleva tiempo sufriendo una gran matanza de seres humanos, según los datos estadísticos, se estima que más de 6 millones personas han perdido su vida a causa de una gran masacre y los medios no dicen nada, es verdad que los medios no acabarán con la situación cáustica que está atravesando el Congo, pero su involucración al asunto ayudaría bastante y muchas vidas no se quedarían en el olvido.
La mayoría de las familias desplazas viven en hogares de acogida ya vulnerables, sólo se puede encontrar comunidades pobres y sin recursos otros vivn en lugares inhumanos, en otros casos muchos tienen que beber agua sucia y contaminada.
A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las rebeldes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses (hutus) exiliados en RDC para recuperar el poder político en su país.
Desde 1996 la Región del Este de la RDC ha sido un escenario de masacre, migraciones, maltratos,víctimas de los abusos de los grupos armados sin que ninguna operación militar haga frente o apalie su dolor la República Democratica del Congo vive con la ilusión de ser liberados de esta gran opresión. Y a pesar de esta lacra, el mundo sigue su curso y las grandes cadenas de televisión hacen vista gorda a este escenario bélico.