COMPARTIR

África se vuelve a enfrentar a los dilemas de siempre. Las decisiones adoptadas, en la mayoría de los casos, no suelen ser implementadas como es debido. Ésta situación es la que ha llevado otra vez a los líderes, empresarios, científicos y socios de la Unión Africana, a reunirse desde la jornada de hoy 7 de mayo en Nairobi, Kenia, para tratar y dar solución al problema de la degradación del suelo, lo que dificulta la práctica agrícola; un sector que es clave para la producción alimentaria del continente. Ésa cuestión ya había sido abordada en Maputo, Abuja y Malabo, “pero a día de hoy, poco se ha hecho”, como lamentaba Mithika Linturi, Ministro de Desarrollo Agrícola y Ganadero (MoALD) de la República de Kenia en sus palabras de apertura de Reunión del Comité Ministerial llevada a cabo en la jornada de hoy.

En la cumbre que se llevará a cabo hasta el día 9, en la que asiste el ministro ecuatoguineano de Agricultura, José Juan Ondo, África subraya unánime que el uso de los fertilizantes para la preservación y sanación del suelo, es la primera medida a implementar. Por eso hoy, en la Declaración de Nairobi, elaborada por el Comité Ministerial desde hace ya tres años y que será sometida a adopción por los Jefes de Estados en la última jornada, hace hincapié a tratar el suelo de una forma mucho más responsable; de allí el lema de la cumbre: “ Escuchar a la tierra”.

África ha experimentado un declive generalizado durante décadas en la calidad del suelo de las tierras de cultivo, un fenómeno que continúa en la actualidad y que impacta negativamente en la capacidad de producción agrícola y la seguridad alimentaria en el continente. Para encontrar soluciones, en junio de 2006, los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana hicieron suya la Declaración de Abuja sobre los fertilizantes para la Revolución Verde en África, una estrategia continental para invertir la preocupante tendencia a la baja productividad de los suelos africanos; pero que a día de hoy, pocas de esas medidas han sido implementadas en su totalidad.

La Declaración se centró en los objetivos clave necesarios para el crecimiento agrícola, la seguridad alimentaria y el desarrollo rural en África, centrándose en el papel de los fertilizantes. Recomendó aumentar el uso de fertilizantes de 8 kg/(nutrientes)/ha a 50 kg (nutrientes)/ha para 2015, y el establecimiento de un Mecanismo Africano de Financiación de Fertilizantes (AFFM) con el objetivo de mejorar la productividad agrícola mediante la financiación necesaria para impulsar el uso de fertilizantes en África a fin de alcanzar el objetivo de 50 kg de nutrientes por hectárea, de conformidad con lo dispuesto en la Declaración de Abuja. Sin embargo, el objetivo aún no se ha alcanzado, ya que el uso medio de fertilizantes por hectárea se ha mantenido entre 5 kg/ha y 10 kg/ha desde 1990. Esto es menos del 10% de la media mundial.

Para lograr un cambio radical y acelerar el logro de la meta, la actual Cumbre AFSH, revisa el estado de la salud del suelo de África para recalibrar las estrategias que se están implementando para impulsar la productividad de los suelos hacia ganancias más altas y sostenibles en el rendimiento de los cultivos, así como en el crecimiento y la transformación económica, y el bienestar general de las comunidades agrícolas de África.

La tierra de África puede producir de manera sostenible suficientes alimentos para su población, pero años de uso la han agotado. En este contexto, la Cumbre Africana sobre Fertilizantes y Salud del Suelo de 2024, propone comprender sus necesidades de rejuvenecimiento. “Reconocemos que se deben implementar rápidamente varias soluciones, incluidos los fertilizantes, para evitar un mayor deterioro y restaurar la salud del suelo para aumentar la producción agrícola y, en última instancia, la seguridad alimentaria continental”, han señalado desde la Unión Africana.

La Embajadora Josefa Leonel Correia Sacko, Comisionada de Agricultura, Desarrollo Rural, Economía Azul y Medio Ambiente Sostenible de la UA, en sus palabras, señalaba la prioridad del establecimiento de un mecanismo de financiación sólido, al menos canalizar un 10% del presupuesto en iniciativas agrícolas para lograr la casi evidente fracasada meta de reducir el hambre en África, adoptada en Malabo durante la Cumbre Humanitaria y Conferencia de Donantes celebrada en Guinea Ecuatorial. En ésa, el gran hándicap de financiación propia de los programas de la unión, se patentizó.

Sigue nuestro canal de WhatsApp