África está lejos de alcanzar la meta global de reducir la mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos para 2030, según un informe de la ONU publicado en el marco del Día Mundial de la Salud. A pesar de haber reducido a la mitad las muertes desde el año 2000, el continente aún registra el 70% de los decesos maternos a nivel mundial, con 442 fallecimientos por cada 100.000 nacimientos en 2023.
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Cada año, 178.000 mujeres mueren en África por complicaciones en el embarazo o el parto.
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Casi un millón de recién nacidos fallecen anualmente por causas prevenibles.
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La mortalidad neonatal sigue siendo alta: se proyecta que para 2030 será el doble de la meta fijada por los ODS (12 muertes por cada 1.000 nacidos vivos).
Las principales causas de muerte materna incluyen hemorragias, hipertensión, infecciones y abortos inseguros. En neonatos, predominan los partos prematuros, sepsis y complicaciones durante el alumbramiento. Aunque más del 60% de los países africanos reportan que el 80% de los partos son atendidos por personal calificado (frente al 28% en 2010), persisten graves desigualdades:
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Sistemas de salud precarios: falta de financiamiento, escasez de profesionales e infraestructura inadecuada.
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Crisis recurrentes: conflictos y brotes de enfermedades que interrumpen servicios esenciales.
Zonas rurales y en conflicto: acceso limitado a atención médica de calidad.
El Dr. Chikwe Ihekweazu, director regional interino de la OMS para África, fue contundente: “Estas muertes no deberían ocurrir. El embarazo y el parto no pueden seguir siendo una amenaza”. Bajo el lema “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”, el Día Mundial de la Salud 2025 busca impulsar acciones concretas:
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Mayor inversión en planes nacionales de salud materno-infantil.
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Expansión de atención obstétrica y neonatal de emergencia.
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Implementación de directrices actualizadas para el cuidado prenatal y posnatal.
La OMS insiste en que mejorar la supervivencia de madres y recién nacidos es una de las inversiones más estratégicas para el desarrollo. Sin embargo, al ritmo actual, África no alcanzará la meta hasta 2080, medio siglo después de lo previsto.
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